lunes, 25 de febrero de 2019

Fuera Eventos importantes de Barcelona

Pablo Casado, el nuevo líder de la derecha, en teoría un renovador que habla de regeneración, demuestra escasa imaginación y mucha semejanza con el viejo PP al predicar la aplicación de un nuevo 155, pero esta vez cargado de dureza y casi permanente, lo que constituye todo un sueño para el separatismo catalán, al que ese "ataque" a sus instituciones les daría pie a desplegar ese victimismo hipócrita que tantos beneficios proporciona siempre a los nacionalistas. 

Hay decenas de políticas mas sutiles y eficaces que el burdo y extremo 155, capaces de colocar al golpismo contra las cuerdas, que deberían ser las que aplique el PP, si alcanza el gobierno, el lugar de repetir los errores del pasado. Mencionemos algunas: 

La primera es estimular la fuga de empresas, que fue el acontecimiento que provocó más pánico al independentismo cuando la situación de tensión alcanzó los niveles máximos, hasta el punto de que cada vez que una empresa grande abandonaba el suelo catalán el independentismo temblaba y se debilitaba en sus entrañas. 

La segunda es apoyar por primera vez y en serio al sector pro español de Cataluña, con apoyos reales de los servicios de inteligencia y de la política oficial, con gestos y subvenciones, potenciándolo y evitando que, como ha ocurrido hasta ahora, se cargue de decepción y despecho al verse abandonado por los gobiernos españoles. 

La tercera es emplear de una vez toda la fuerza del Estado para imponer en el mundo la verdad sobre lo que representa el golpismo catalán, haciendo frente con valentía a la sucia y miserable campaña de descrédito de España lanzada por el nacionalismo con dinero de todos los españoles, cobardemente regalado por el Estado. 

La cuarta es practicar una política obstruccionista a la rebeldía de la Generalitat, retrasándole los dineros, racionándolos, interponiendo obstáculos y haciéndoles entender que España siempre es generosa con sus amigos e implacable con sus enemigos. 

La quinta medida es volcar toda la influencia y fuerza del Estado español en combatir el independentismo en el mundo, haciendo frente a las campañas catalanes que intentan crear una nueva leyenda negra y presentar a España ante el mundo como un país fascista, cruel y antidemocrático. España tiene fuerza suficiente para hacer valer su verdad ante Europa, Estados Unidos y muchos países que, por desconocimiento y por ausencia cobarde del gobierno de España, dan cobijo y amparo a delincuentes como Puigdemont y sus secuaces. 

La sexta consiste en asfixiar legalmente al independentismo, quitándole las ventajas que le otorga la actual ley electoral, gracias a la cual consigue muchos diputados con pocos votos, y, sobre todo, ilegalizando a los partidos que promuevan la ruptura de España, una medida que colocaría a los golpistas fuera de la ley, como ocurre en muchos países democráticos del mundo, entre ellos nuestra vecina Francia. 

viernes, 9 de noviembre de 2018

El SISTEMA POLÍTICO

Los sistemas políticos y administrativos españoles son del todo ineficientes (Capítulo I)

El SISTEMA POLÍTICO se ha convertido en un sistema de choque entre partidos, un oligopolio de grandes corporaciones políticas donde ni por arriba, España importa nada, ni por abajo, los españoles tampoco. Se han convertido, aprovechando los errores iniciales de planteamiento de la transición en un ecosistema privilegiado, donde se premia más el decir que el hacer, e incluso el dejar de hacer que el buen hacer. Esta oligarquía rebosante de prebendas tipo Juan Palomo, otorgadas por ellos mismos a ellos mismos, no se despierta por las mañanas pensando como decía JFK: "No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, sino qué puedes hacer tú por tu país". No. Ellos se levantan pensando en cómo llegar a esa bolsa de votos perdidos que les ayude a seguir en la poltrona que su partido les mantiene. Pero España o los españoles poco aparecen por sus pensamientos.

El Senado es inoperante, la corrupción campa a sus anchas, unos silencian las vergüenzas de otros en con una mudez cómplice, la medición de resultados de gestión no existe, la valoración de sus capacidades no existe, el incumplimiento de programas electorales es la pauta normal, el recurso a la mentira o la media verdad es el pan nuestro de cada día, la incongruencia no se castiga, y encima se dotan a ellos mismos de una autoprotección o blindaje mediante aforamiento, favores a la banca y control de los medios de comunicación.

Media España se vuelve loca llegando a fin de mes y teniendo que pagar injustos impuestos que permiten a los integrantes del sistema vivir como semidioses en un país donde existe la pobreza. Los políticos en España que viven del erario público son 500.000. Gobierno Central, Cámaras, Gobiernos autonómicos, Cámaras autonómicas, Diputaciones, Agrupaciones de municipios, Ayuntamientos, Empresas Públicas, Empresas Instrumentales, Asesores, Observatorios, y toda una pléyade de organizaciones tan absurdas como inútiles. 500.000 privilegiados alimentados por casi 50 millones de personas trabajadoras y pagadoras de impuestos. Cargos inútiles, quintuplicados, con sueldazos y comisiones, dietas y todo tipo de complementos.

El sistema político no funciona, no. Porque nuestros políticos no quieren que funcione. ¡Para qué van a introducir cambios y sanearlo, si está hecho a medida de sus ambiciones! Por no cambiar, no cambian ni lo más sagrado, las leyes que deben defender nuestros símbolos o nuestra unidad y castigar a quienes los pisotean o quieren independizarse.

Y a esto que llegan de golpe y porrazo una gente que dice que se deben acabar las subvenciones a partidos, sindicatos y patronales; que se deben endurecer las penas por corrupción; que se debe terminar con una administración paralela; que las autonomías sólo sirven para que los políticos se multipliquen y deben desaparecer; que debemos rebajar la carga de los cargos (que valga la redundancia) para poder bajar impuestos, etc... En definitiva, llegan unos tipos que asustan al político porque quieren acabar con su sistema de privilegios por el bien del resto de españoles. Seguid votando lo mismo, seguid. Votar lo mismo implica tener lo mismo, un político viviendo como Dios por cada 100 españoles.


domingo, 28 de octubre de 2018

LA AMENAZA

Por si alguien albergaba alguna duda, el nazi Quim Torra, lo dejó ayer meridianamente claro en el aniversario de ese 27 de octubre de 2017 en el que el Parlamento de Cataluña declaró la independencia unilateral, y el Senado aprobó el “simulacro” de aplicación del Art. 155. El presidente catalán dejó claro ayer, que el separatismo catalán no ha cedido ni un solo centímetro en sus perversas aspiraciones.

Con su chulería habitual, Torra, le advierte al Gobierno de Sánchez, que no le da más crédito, y que no aceptará ninguna sentencia que no sea la de la absolución de los líderes golpistas encarcelados. Lo podía decir más alto, pero no más claro, y lo ha hecho, con la fuerza que le da el saber que, gracias a ellos, Sánchez es presidente de España.

Mientras que eso sucedía, un mal aconsejado Pablo Casado, volvía a reivindicar la figura del nefasto Mariano Rajoy en relación a las decisiones que tomó hace un año con respecto a la aplicación del Art. 155. Casado parece no entender, que la gran mayoría de españoles, considera, que un Gobierno que aplicó un Art.155 de manera tan blanda, pese a tener los instrumentos legales y económicos necesarios para aplastar al separatismo, fracasó rotundamente, y que por eso estamos donde estamos.

Soy de los que piensan, y estoy convencido de ello, de que en este asunto, fue más decisiva la decisión que tomó Vox de realizar la acusación particular que desencadenó y propició, la detención y el inicio del proceso judicial contra los líderes golpistas, que la timorata reacción del gobierno del PP, apoyada con timidez por Ciudadanos y por el PSOE.

A fecha de hoy, seguimos financiándoles el golpe, y por supuesto, todos los separatistas que ocupan cargos autonómicos siguen cobrando su suculento sueldo. En cuanto se les cerrara el grifo de las “pasta”, todo cambiaría. Aún recuerdo, cuando la Thatcher le cerró el gripo a los sindicatos, aguantaron poco más de un año. Pero claro, hay que querer, y estos no quieren.

domingo, 29 de abril de 2018

FEMINAZIS

Cómo identificar a una femi-progre-nazi-estalinista degenerada: Manual para hombres heterosexuales incautos y despistados
Cualquier hombre, heterosexual, vamos, el 97 ó 98 por ciento de la población masculina, se habrá percatado de que hay una especie de tribu urbana (agrupación de gente  joven que viste de forma similar, posee hábitos comunes y van a los mismos lugares) que se ido propagando, casi sin que algunos se dieran cuenta, a la manera de las plagas de Egipto que se describen en la Biblia. Estoy hablando de las femi-progre-nazi-estalinistas degeneradas; llamémoslas “femiprogres” para abreviar.

¿No saben ustedes de quiénes estoy hablando, de quiénes se trata?

Bien, pues presten atención, y después de leer mi artículo, salgan a la calle y observen, agucen la vista y el ingenio.

En estos tiempos que corren, tal como ha ocurrido siempre: los “mods” en los años 60 del siglo pasado, los “grunges” en los 90; en la actualidad vemos por doquier una nueva tribu, casi omnipresente, las femiprogres. Las femiprogres son el resultado de la hibridación de un perroflauta y un progre. Están en todas partes, en los medios de comunicación, en las asociaciones vecinales, en los gabinetes de “orientación” de los institutos de secundaria, en las facultades universitarias… ¡Hasta en las parroquias católicas! Y por supuesto, en los partidos políticos, y en los sindicatos, particularmente en los autodenominados “progresistas”.
Como cualquier “tribu” que se precie, sus integrantes, quienes se adscriben a esta manada, poseen costumbres, hábitos –y hábitos- (por aquello de “el hábito hace al monje y a la monja”) muy especiales. Bien, veamos algunas características, algunas señas de identidad:
– El pelo es uno de sus rasgos más peculiares. Las “miembras” más maduritas de esta especie suelen llevar pelo corto teñido de color rojo fuego, como Lidia Falcón, y en ocasiones morado, alusiones claras al comunismo y republicanismo, ideologías en las que bebe el femiprogresimo, especialmente el libro de Federico Engels, “La familia, la propiedad y el Estado”. También se da la variante gris-blanco en cualquier longitud, como muestra de oposición a la tiranía de la moda y de lo que denominan “auto-cercenación” de la feminidad, como es el caso de la “abuela del feminismo español”, Ana María Pérez del Campo. A poco que ustedes echen un vistazo, podrán observar a políticas, escritoras, directoras de cine, comisarias de exposiciones de arte y algunas mujeres “públicas” más de esa guisa.
Por el contrario, las “miembras jóvenas” del movimiento suelen llevar un corte de pelo, denominado “mullet”: corto por delante, flequillito muy corto, a bocados, y largo por detrás, un claro ejemplo es el look de la femiprogre y separatista catalana Anna Gabriel. Algunas, también llevan, además, las sienes, o una de ellas, rapada; asimismo, algunas individuas suelen añadir “rastas”. Y las que hacen apología de la fealdad en sus cabezas, recurren simplemente a llevar el pelo corto, llegando casi “al cero”. El objetivo es parecer lo menos femeninas que les sea posible.
– El atuendo de las individuas de más avanzada edad, suele ser de colores extravagantes, vestidos floreados, túnicas y atavíos por el estilo. También suelen elegir chaquetas, o rebecas, grises o marrones con hombreras y acompañarlas de faldas hasta los tobillos. Los atuendos de las más jóvenes suelen imitar los vestidos de la última década del siglo XX, tirando a “perrofláuticos”: mayas y camisetas de rayas, petos de estilo malabarista, y ropa artesanal, de las que distribuyen quienes se dedican al negocio denominado “comercio justo”. Apenas han cambiado o renovado su vestuario en las últimas dos décadas. Predominan los colores morado y violeta. También suelen atarse al cuello algún “fular” (pañuelo o bufanda) generalmente de color lila, o multicolor, con los colores de la bandera “gay”.
– La distribución geográfica de esta tropa es tanto rural como urbana, habitan tanto en ciudades como pueblos. Suelen frecuentar las plazas y, como buenas individuas gregarias, siempre suelen ir en manadas o jaurías. Se agrupan, cual hienas africanas en juntas, asambleas y comandos diversos, para “luchar contra el sistema”.
También se dejan caer por parques en los que haya alguna zona de columpios y toboganes, acompañadas de niños  también desaliñados, y en compañía de perros, formando un microclima cultural multicolor, de individuos de distintas edades (excepto ancianos, que para ellas no son “guays”).
Otro hábitat de esta especie son las universidades, especialmente las de Humanidades, ¡Faltaría más, que se matriculen en carreras universitarias de Ciencias, o tecnológicas!, y si es en departamentos, o áreas de investigación subvencionados con dinero del Estado (aunque sea del Sistema Hegemónico Patriarcal) mejor que mejor. También pululan por tascas, mesones y bares casposos, de aspecto sucio y mucha solera, casas okupas, centros cívicos.
– Pensamiento femiprogre: La mayoría de las femiprogres son comunistas, socialistas, anarquistas y en general se hacen llamar progresistas;  aunque algunas lo niegan y dicen no participar de ninguna “ideología”. Como es de suponer, su “doctrina” está impregnada de odio, de rencor, es maniquea, fanática, intransigente e intolerante. Cuando tratas con esta jauría, solo cabe o estar con ellas o estar contra ellas. Su discurso es tramposo, incomprensible y sobre todo falaz. Recurren constantemente a las llamadas falacias lógicas. Ni que decir tiene, que predomina la falacia ad hominem, y cuando no logran que su contrincante se retire, lo intentarán todo, hasta aburrir por hartazgo.  Por supuesto, si se está hablando, pongo por caso de Badajoz, cuando menos lo esperes estarán hablando de Ayamonte, provincia de Huelva, dado que por allí también pasa el río Guadiana.
Echan pestes de cualquier relación sexual, especialmente entre hombre y mujer, por considerar que son implícitamente desiguales, de dominación, violentas, e incluso llegan a equiparar cualquier acto sexual entre hombre y mujer, con una violación, pese a que sea consentido.  Consideran que hay que perseguir, con saña, la prostitución (sea voluntaria o no) y la pornografía. Sienten un profundo odio hacia los hombres y todo lo que a su entender, huela a burgués, aunque acaben aceptando a feministas burguesas,  sin demasiados problemas.
Pese a que lo nieguen, todas ellas desearían formar una familia tradicional, convencional, “aburguesada”. También aborrecen cualquier forma de seducción, cortejo o flirteo, e incluso el piropo, todos ellos considerados como maltrato, y que, según su sabio entender, debería ser proscrito, perseguido y severamente sancionado (ni que decir tiene que se arrogan una superioridad moral, que las lleva a la convicción de que es legítimo que se conviertan en las nuevas gestoras de la moral colectiva).
Sus tópicos, consignas, más manidos, manoseados y repetidos hasta aburrir son “el Patriarcado”, “el techo de cristal” y los “constructos sociales y culturales” y lindezas por el estilo. Por ejemplo:
“La culpa del paro es del Patriarcado”, o “si esa mujer maltrató a su hijo es porque el Patriarcado la empujó a hacerlo”. “Esa mujer, víctima del patriarcado, ha actuado en legítima defensa…” “La teoría de Darwin es absurda, es un constructo social”, o “lo femenino y lo masculino no existen, son un constructo social, resultado de la educación patriarcalista, propia de la familia tradicional”.
Como es de suponer, cualquier idea es susceptible de argumentarse con frases y vocablos “talismán” semejantes, como haría cualquier agrupación e ideología sectaria
– Hablemos de su conducta habitual: Poseen una actitud de abierta hostilidad hacia los hombres heterosexuales (más del 97 por ciento de la población masculina) y también contra mujeres heterosexuales que no les hagan el caldo gordo, y que tengan la osadía de reivindicar su rol femenino tradicional. También son beligerantes contra toda clase de orden, jerarquía o gobierno, y tienen especial inquina con la jerarquía de la Iglesia Católica y sus fieles, no dudando en profanar templos católicos cuando les viene en gana. Siempre están de mal humor, crispadas, y su tono de voz es gritón, coactivo, estridente, insultante y amenazante. Aunque parezca paradójico, entre ellas abunda la misoginia mezclada con la misandria (odio al varón), y solo aceptan y reconocen como válido el feminismo que ellas profesan, y del que se arrogan la ortodoxia.
Las femiprogres en general gustan de todo lo zafio y lo feo: las axilas y las piernas sin depilar, peludas; los desnudos antisexys y los pubis desaseados y desagradables forman parte de su repertorio. Usan expresiones chabacanas, soeces, barriobajeras, arrabaleras, ordinarias (“porque mi coño lo vale”) y acostumbran a desplazarse con los pies a las tres menos cuarto.
Básicamente su estrategia consiste en integrar e incorporar a su cotidianidad lo peor de ambos sexos.
Sus gustos musicales abarcan el flamenco, flamenkito, ska, reggae, punk radical, cantautores, y en general todo lo que tenga un toque rumbero o aflamencado con aires de fusión y apoyo a causas perdidas. Las más avanzadas se deleitan con las divas del jazz: Ella Fitzgerald, Billie Holiday y gente por el estilo (que, ¡ojo, no es que no merezcan ser escuchadas!).
Gustan del cine europeo, español y sudamericano, y también del de oriente próximo (iraní, afgano), siempre que sea combativo y transgresor, de denuncia, o trate sobre alguna mujer perseguida o exiliada.
Sus gustos artísticos guardan relación con el arte contemporáneo, de vanguardia, experimental, conceptual, fotografía en blanco y negro, y videoarte, todo ello con temática aberrante, provocadora, escatológica y  deshumanizada.

– He aquí una muestra/resumen de su pensamiento:

“Hay muchos hombres que forman parte de mi vida, mi padre es un hombre, mi novio es un hombre, mi mejor amigo es un hombre y mi hijo es un futuro hombre. Estos hombres me encantan, por supuesto. También hay un par de hombres que considero amigos. Me encantan, me gustan unos pocos hombres, pero los hombres como ‘género’, no merecen para mí más que el desprecio y la sospecha. ¿Por qué habría yo, u otra mujer cualquiera, de tener afecto por los hombres? Uno de cada cuatro hombres es violador. Los hombres poseen muchos, muchísimos privilegios respecto de las mujeres, reciben trato de favor, trato preferente en casi todos los ámbitos de la vida. Cada hombre es un potencial maltratador, un posible agresor y abusador de cualquier mujer, que casi nunca conoce sus intenciones, cada desconocido es capaz de volverse violento cuando una menos lo espera, o tratar a las mujeres de forma cruel, y las estadísticas sobre la violencia masculina demuestran que no solo es posible, sino lo más probable. Aparte de los pocos que me han demostrado su amor y una cierta amistad que merezca la pena, voy a seguir odiando a los hombres, recelo de los hombres, seguiré sospechando, dudando de ellos, hasta que se me demuestre que no existe ya necesidad de seguir odiándolos, o teniendo recelo”.
“Bueno, en realidad, no es que yo odie a los hombres… pero…”.
Pues, lo dicho, quedan ustedes advertidos, si después de mis “sabios consejos” no sois capaces de reconocerlas, no será responsabilidad mía. Así que ya saben, si ven un partido político, sindicato, o cualquier agrupación, concentración-manifestación, evento, o acto social donde predomine el color lila. ¡Corred  lo que seais capaces, no seais insensatos!

sábado, 21 de octubre de 2017

EUROPA GRANDE

EUROPA, LA FUERZA DE LA UNIÓN.


Es cierto amigos, incluso los que nos resistimos, acabamos por caer en la tentación de dejarnos llevar por las hordas de la carcoma ideológica.

Los que hemos luchado por tener una cultura, una familia, puede que una casita, una profesión y un trabajo, y no os digo ya algún hijo, disponemos de menos tiempo que los que nunca construyeron nada.

Se manifiestan, no trabajan, escriben tweets, no leen, no planchan ni lavan ropa (eso es evidente), no cuidan a sus mayores, no hacen declaración de la renta, no creen en nada. Su oficio es la destrucción de todo aquello por lo que lucharon nuestros abuelos y padres.

Beben, fuman, fornican por todos los esfínteres posibles, eso si. Reciben subvenciones, ayudas, usan al sistema cuando se trata de recibir; pero están siempre enfadados.

No aportan sino dolor, quitan la paz a las familias, agobian a los prudentes, su vida miserable es criticarlo todo sin construir nada.

Son el fruto de unos padres buenos que se lo dieron todo, menos el respeto por el trabajo de los demás.

Como no creen en nada, buscan causas forzadas en las que apoyar su auténtico objetivo: vengarse de aquella profesora de matemáticas, de aquel director del colegio, de ese compañero que estudiaba, de aquel cura que les dijo que no era el camino.

Resentidos sociales que no se han visto en otra, como Inmaculada Colau, que han pasado del botellón y el paro merecido, al Congreso y los palacios haciendo gala de su propia limitación neuronal.

Ayer el Teatro Campoamor de Oviedo, en los Premios Princesa de Asturias, era un alivio para el alma. Gente que peina las canas de la excelencia, profesionales, artistas, genios, deportistas, entre gaitas y tambores, sobre moqueta azul limpia. Personas que merecen estar ahí.

No hay ni hubo jamas en la historia de la Humanidad una alianza similar a la UNIÓN EUROPEA (UE, EU).

Que naciones de talla sociocultural como Francia, España, Alemania, Grecia, Italia, Portugal, Suecia, Polonia, Irlanda, Países Bajos, Hungría, Finlandia, Dinamarca, Bulgaria, Bélgica, Austria y así hasta veintiocho, se junten en la mayor alianza jamás realizada, y lo hagan sobre el DERECHO y la IGUALDAD, es tan extraordinario, que a menudo nos olvidamos.

Los europeos viajamos acomplejados, tratamos de no molestar ni ofender cuando estamos en otros continentes que no tienen la suerte de disfrutar de los derechos humanos, la seguridad personal y jurídica, la sanidad y la educación que aquí tenemos.

Queremos ser humildes, disimulamos, e incluso toleramos bromas y burlas con una sonrisa.

Pero algunos están confundiendo educación y modales con debilidad. Desde otros continentes algunas envidias se han vuelto activas, y celebran con indisimulado gozo cuando nos atacan con bombas, o cuando tenemos problemas. Confunden sus policías corruptas con las nuestras, no se dan cuenta de que aquí los jueces, las leyes y las constituciones se respetan.

Curiosamente esos mismos individuos ansían visitarnos, y mucho más obtener un pasaporte de la Unión.

Los europeos debemos unirnos más, y dejar tanta cortesía cuando los que nos envidian nos atacan, sobre todo los estadounidenses, miembros de una nación adolescente que se pavonea queriendo ser de mayor como nosotros, pero a la que el Atlántico se le hace insalvable. Los blancos protestantes estadounidenses y canadienses, se hacen racistas contra sus propios hermanos americanos porque quieren ser como los europeos sin que se les note.

La pequeña Europa en territorio, forjó cinco de los seis idiomas que dominan el mundo, la música, la gastronomía, la pintura, la escultura, la literatura, la ingeniería, la ciencia, pero, sobre todo, el derecho, la libertad, la igualdad y la concepción del mundo tal y como es.

Nos atacan dos enemigos fuertes, el islamismo expansivo, y la envidia de los dictadores de izquierdas hacia el este en Rusia, y hacia el oeste en el hijo pródigo que quiere matar a su padre, la América resentida que no acepta su propia historia.

El mundo sin Europa estaría en la Edad Media.

Los europeos debemos estar orgullosos de nuestro camino, que ha sido sangriento y doloroso, pero que nos ha hecho conocer el valor de las palabras, el honor, y las leyes sagradas.

Enseñarles a los niños ideas racistas de aldea gala, solo interesa a los que buscan notoriedad sin esfuerzo, a los jordis, las adas, y los ladrones.

¡Viva Europa!.


lunes, 21 de agosto de 2017

Con nuestros hijos no se juega

YO SI TENGO MIEDO.


Pasados algunos días del atentado terrorista islamista en la ciudad española de Barcelona, permítanme que vaya al grano y evite las obviedades con las que nos están machacando los becarios de alcachofa de todos los canales de TV (o mejor dicho becarias, porque la mayoría son chicas y son monas, pero ese es otro tema).

No puedo más. Buscando reflexiones inteligentes, análisis valientes o perspectivas narrativas originales, uno se agota de ositos de peluche y mamarrachadas sentimentales de los que gestionan el dolor ajeno con gran generosidad.

"No tengo miedo", "Hay que seguir adelante con normalidad", "ha sido durísimo, hemos sufrido mucho", declaran sin pudor ciudadanos a los que no les ha pasado absolutamente nada; gente cuyos hijos o padres no han muerto o están destrozados en los hospitales, ¡qué fácil!.

Al padre del niño australiano no le he oido decir nada de eso, ni nada de nada, ¿saben por qué?, porque los que sienten dolor de verdad no dicen esas gilipolleces en la tele antes de irse a tomar el aperitivo. Porque al que le han matado a sus hijos, padres o amigos al grito de "Alá es grande", no le sigue la vida como antes, porque él si que tiene miedo, miedo de que sus propios compatriotas queden bien en los medios con el dolor que no es suyo.

Me parece escandaloso suplantar el sufrimiento de otros. A los que la vida les ha cambiado para siempre es a los muertos y a sus familiares y amigos, y a los profesionales de seguridad y sanidad que lo han visto de cerca.

No perdones en mi nombre, ya lo haré yo cuando pueda... Les diría yo si uno de mis hijos hubiera muerto o estuviera ciego o parapléjico.

Pero afloran las miserias ideológicas sin recato. Cuando hubo casos de sacerdotes que cometieron abusos, nadie dijo que las víctimas también eran cristianas, nadie ponderó que son solo algunos, ninguno dijo que los más perjudicados son los propios cristianos. No lo hicieron, atacaron sin piedad y generalizaron.

La generalización interesada se usa o no según los casos. No se pueden acumular cien bombonas de butano en un chalet a menos que cincuenta familias compren dos cada una y callen. Hay una complicidad de silencios evidente. La simpatía de los Enestepaís con una religión que en los lugares en los que domina mata a los homosexuales, lapida a las mujeres por cualquier cosa, y corta las manos a los ladrones por ley, es perversa, siniestra.

Obvio que hay gente buena en todas partes, pero lo que no hay por igual en todas partes son cobardes, tibios, cómplices y sectarios.

Los imanes que vienen, financiados por países como Qatar, Emiratos Árabes Unidos y otros golfos del Golfo, aleccionan a los jóvenes musulmanes menos listos y los radicalizan en nuestras narices. Pero los que lo ven o lo sospechan no dicen nada, miran a otro lado. Con la mitad de rigor que algunos aplican al machismo o a la homofobia (ambas, virtudes para los islamistas), se controlarían mejor esos centros del odio. Pero es políticamente incorrecto. Pueden denostar a los españoles, a los peperos, a los católicos, a los fachas, a los toreros, a los cazadores, a los que comen carne... pero a los que ellos mismos dicen lo que son, por qué matan, en nombre de quien asesinan y lo que quieren ... a esos no. No digo que esté mal ni bien, digo que se aplique a todos los colectivos o a ninguno, pero no a veces si y a veces no.

Los que pueden acabar con esto de verdad son los musulmanes buenos, la mayoría de ellos. No mirando hacia otro lado cuando observan movimientos, reuniones, cambios de actitud en sus hijos, sobrinos, nietos, primos. Lo ven perfectamente, lo sospechan, pero no dicen nada ¿por qué?.

No es nada nuevo, a lo largo de la historia se ha visto el mismo fenómeno en muchos lugares: en USA con los disturbios raciales, en la Alemania nazi, en Irlanda del Norte, en el País Vasco español... El denominador común se llama SILENCIO CÓMPLICE. Nada de esto ocurre sin un apoyo moral y social de la comunidad que lo genera.

Vecinos musulmanes que vivís en Europa, nos están matando personas que viven entre vosotros. No basta con manifestarse casi insultando a los españoles, tenéis que actuar dentro de vuestras propias comunidades. Ayudadnos de verdad, ayudémonos todos. Si vosotros queréis, esto desparece. Es hora de que actuéis con valentía dentro de vuestras comunidades, demostradnos que es cierto lo que nos decís.

Si seguís como hasta ahora, lo que va a ocurrir será también culpa vuestra por omisión.

Yo si tengo miedo, con la vida de mis hijos no se bromea. O denunciáis a los terroristas vosotros, o sois cómplices.

¡Con nuestros hijos no se juega!


martes, 4 de julio de 2017

ESTUDIO SOBRE EL IMBECIL

Solo para inteligentes

Estudio del imbécil.

El estudio de los individuos imbéciles ha tenido poca discusión en el interior de las organizaciones, a pesar de que este tipo de personas existen a montones. Se las encuentra por todas partes, en las universidades, en las iglesias, en las empresas, en los sindicatos, en los partidos políticos; en fin, en cualquier lugar en que uno se encuentre. Poseen la característica de la ubicuidad. Como estas personas son muy dañinas para el desarrollo de las organizaciones y de la humanidad, es necesario reflexionar sobre ellas, a fin de conocerlas y poder combatirlas. Esto es un deber. Si los imbéciles entendieran lo dañino que son para la sociedad, ellos mismos se autoexiliarían y constituirían un mundo paralelo, el mundo de los imbéciles o, al menos, se pusieran un cartel que dijera: “yo soy imbécil, aléjense de mi”, como los hombres – de El Apocalipsis – que tenían la marca de la bestia. Pero, como esto es imposible, los imbéciles no tienen la capacidad de autoconocerse y percibir el mal enorme que provoca su triste existencia y debido, además, que la naturaleza no es sentimental al crear estos seres, estamos condenados a vivir con ellos y peor aún si la teoría del eterno de retorno, que defiende Nietzsche, es cierta; por lo tanto, debemos conocerlos, identificarlos y hacerles frente. Su perversidad y odio son de tal magnitud que derraman cicuta por todos lados, cuando son ellos los que deberían consumirla. Por eso, lo menos que podemos hacer es alejarnos porque son una ofensa a las mentes íntegras y brillantes; aunque es difícil hacerlo porque siempre andan en la búsqueda de las personas inteligentes, puesto que estos últimos constituyen un peligro para ellos. Son como los dictadores criminales. La historia de éstos, como es el caso de Hitler, plantea que muy pocas veces se detienen ellos solos, es necesario que alguien los detenga. Y para hacerlo, habrá que conocerlos.
Los imbéciles son como un barril repleto de estiércol, con muchos agujeros, que viene rodando en una pendiente y salpicando a los individuos que encuentran a su paso. Se parecen al pantano, que encierra podredumbre; por eso, entre más lejos estén, mejor y, como son muchos, constituyen una enorme masa amorfa; recordemos que entre los cuerpos funciona la ley de la Gravedad.
Debemos estar lejos y muy alto de ellos para no escuchar sus voces maldicientes: “Es preciso estar entrenado en vivir en las montañas, – afirmaba Nietzsche – en ver por debajo de uno mismo la mezquina charlatanería actual de la política y el egoísmo de los pueblos "
Los imbéciles y mediocres odian a las personas brillantes y pasan toda su triste vida buscando la forma de hacerles daño. Por eso, es imprescindible identificar sus características y su forma de actuar porque éstos siempre ven como enemigos a las mentes brillantes, a los honestos a quienes atacan sin piedad con intención de destruirlos, aunque para ello tengan que destruirse ellos mismos. Son unos verdaderos kamicazes. Es verdad que los imbéciles y mediocres son dañinos en todo lugar, hasta en su hogar; sin embargo, son más dañinos en instituciones en las que se dedican a la enseñanza, porque allí se están formando nuestros jóvenes, la generación de relevo. Imagínese usted, un profesor con mente imbécil y mediocre frente a jóvenes con mente brillante.
¡Qué terrible paradoja! La importancia de abordar el tema de la imbecilidad es grande. Estos elevan enormemente los costos en las empresas y más aún los costos sociales en las organizaciones y atentan contra la estabilidad emocional de las personas.
Habrá, entonces, que conocerlos y conocerlos bien. Los imbéciles y mediocres que hay en este país son los peores que existen. Aunque por lo general, el mediocre y el imbécil de nuestro país se identifica fácilmente por su inmensa soberbia y, además, muchos se empecinan en serlo, existen algunos que no es muy fácil su identificación. Estos son los más peligrosos. El conocimiento de ellos hará más fácil la estrategia a emplear y, por lo tanto, los procesos de desarrollo personal y grupal fluirán con mayor dinamismo.
Cuando la mayoría de la población es imbécil, en un sistema democrático las mayorías arremeten contra los no imbéciles y éstos se encuentran desprotegidos. Aristóteles era un fiel defensor de la racionalidad y de la democracia; sin embargo, advertía que cuando la población estaba conformada, en su mayoría, por individuos infames y malvados, la democracia deviene en una forma de gobierno no muy recomendable.
En un sentido más moderno, el imbécil es una desviación seria del comportamiento racional y adaptable. Es decir, el imbécil adopta siempre un comportamiento estúpido. La imbecilidad tiene implicaciones cognitivas y morales. La gente inteligente puede comportarse ocasionalmente como estúpida; es decir, como imbécil; pero, el imbécil está inhabilitado permanentemente para comportarse como una persona inteligente.