sábado, 21 de octubre de 2017

EUROPA GRANDE

EUROPA, LA FUERZA DE LA UNIÓN.


Es cierto amigos, incluso los que nos resistimos, acabamos por caer en la tentación de dejarnos llevar por las hordas de la carcoma ideológica.

Los que hemos luchado por tener una cultura, una familia, puede que una casita, una profesión y un trabajo, y no os digo ya algún hijo, disponemos de menos tiempo que los que nunca construyeron nada.

Se manifiestan, no trabajan, escriben tweets, no leen, no planchan ni lavan ropa (eso es evidente), no cuidan a sus mayores, no hacen declaración de la renta, no creen en nada. Su oficio es la destrucción de todo aquello por lo que lucharon nuestros abuelos y padres.

Beben, fuman, fornican por todos los esfínteres posibles, eso si. Reciben subvenciones, ayudas, usan al sistema cuando se trata de recibir; pero están siempre enfadados.

No aportan sino dolor, quitan la paz a las familias, agobian a los prudentes, su vida miserable es criticarlo todo sin construir nada.

Son el fruto de unos padres buenos que se lo dieron todo, menos el respeto por el trabajo de los demás.

Como no creen en nada, buscan causas forzadas en las que apoyar su auténtico objetivo: vengarse de aquella profesora de matemáticas, de aquel director del colegio, de ese compañero que estudiaba, de aquel cura que les dijo que no era el camino.

Resentidos sociales que no se han visto en otra, como Inmaculada Colau, que han pasado del botellón y el paro merecido, al Congreso y los palacios haciendo gala de su propia limitación neuronal.

Ayer el Teatro Campoamor de Oviedo, en los Premios Princesa de Asturias, era un alivio para el alma. Gente que peina las canas de la excelencia, profesionales, artistas, genios, deportistas, entre gaitas y tambores, sobre moqueta azul limpia. Personas que merecen estar ahí.

No hay ni hubo jamas en la historia de la Humanidad una alianza similar a la UNIÓN EUROPEA (UE, EU).

Que naciones de talla sociocultural como Francia, España, Alemania, Grecia, Italia, Portugal, Suecia, Polonia, Irlanda, Países Bajos, Hungría, Finlandia, Dinamarca, Bulgaria, Bélgica, Austria y así hasta veintiocho, se junten en la mayor alianza jamás realizada, y lo hagan sobre el DERECHO y la IGUALDAD, es tan extraordinario, que a menudo nos olvidamos.

Los europeos viajamos acomplejados, tratamos de no molestar ni ofender cuando estamos en otros continentes que no tienen la suerte de disfrutar de los derechos humanos, la seguridad personal y jurídica, la sanidad y la educación que aquí tenemos.

Queremos ser humildes, disimulamos, e incluso toleramos bromas y burlas con una sonrisa.

Pero algunos están confundiendo educación y modales con debilidad. Desde otros continentes algunas envidias se han vuelto activas, y celebran con indisimulado gozo cuando nos atacan con bombas, o cuando tenemos problemas. Confunden sus policías corruptas con las nuestras, no se dan cuenta de que aquí los jueces, las leyes y las constituciones se respetan.

Curiosamente esos mismos individuos ansían visitarnos, y mucho más obtener un pasaporte de la Unión.

Los europeos debemos unirnos más, y dejar tanta cortesía cuando los que nos envidian nos atacan, sobre todo los estadounidenses, miembros de una nación adolescente que se pavonea queriendo ser de mayor como nosotros, pero a la que el Atlántico se le hace insalvable. Los blancos protestantes estadounidenses y canadienses, se hacen racistas contra sus propios hermanos americanos porque quieren ser como los europeos sin que se les note.

La pequeña Europa en territorio, forjó cinco de los seis idiomas que dominan el mundo, la música, la gastronomía, la pintura, la escultura, la literatura, la ingeniería, la ciencia, pero, sobre todo, el derecho, la libertad, la igualdad y la concepción del mundo tal y como es.

Nos atacan dos enemigos fuertes, el islamismo expansivo, y la envidia de los dictadores de izquierdas hacia el este en Rusia, y hacia el oeste en el hijo pródigo que quiere matar a su padre, la América resentida que no acepta su propia historia.

El mundo sin Europa estaría en la Edad Media.

Los europeos debemos estar orgullosos de nuestro camino, que ha sido sangriento y doloroso, pero que nos ha hecho conocer el valor de las palabras, el honor, y las leyes sagradas.

Enseñarles a los niños ideas racistas de aldea gala, solo interesa a los que buscan notoriedad sin esfuerzo, a los jordis, las adas, y los ladrones.

¡Viva Europa!.


lunes, 21 de agosto de 2017

Con nuestros hijos no se juega

YO SI TENGO MIEDO.


Pasados algunos días del atentado terrorista islamista en la ciudad española de Barcelona, permítanme que vaya al grano y evite las obviedades con las que nos están machacando los becarios de alcachofa de todos los canales de TV (o mejor dicho becarias, porque la mayoría son chicas y son monas, pero ese es otro tema).

No puedo más. Buscando reflexiones inteligentes, análisis valientes o perspectivas narrativas originales, uno se agota de ositos de peluche y mamarrachadas sentimentales de los que gestionan el dolor ajeno con gran generosidad.

"No tengo miedo", "Hay que seguir adelante con normalidad", "ha sido durísimo, hemos sufrido mucho", declaran sin pudor ciudadanos a los que no les ha pasado absolutamente nada; gente cuyos hijos o padres no han muerto o están destrozados en los hospitales, ¡qué fácil!.

Al padre del niño australiano no le he oido decir nada de eso, ni nada de nada, ¿saben por qué?, porque los que sienten dolor de verdad no dicen esas gilipolleces en la tele antes de irse a tomar el aperitivo. Porque al que le han matado a sus hijos, padres o amigos al grito de "Alá es grande", no le sigue la vida como antes, porque él si que tiene miedo, miedo de que sus propios compatriotas queden bien en los medios con el dolor que no es suyo.

Me parece escandaloso suplantar el sufrimiento de otros. A los que la vida les ha cambiado para siempre es a los muertos y a sus familiares y amigos, y a los profesionales de seguridad y sanidad que lo han visto de cerca.

No perdones en mi nombre, ya lo haré yo cuando pueda... Les diría yo si uno de mis hijos hubiera muerto o estuviera ciego o parapléjico.

Pero afloran las miserias ideológicas sin recato. Cuando hubo casos de sacerdotes que cometieron abusos, nadie dijo que las víctimas también eran cristianas, nadie ponderó que son solo algunos, ninguno dijo que los más perjudicados son los propios cristianos. No lo hicieron, atacaron sin piedad y generalizaron.

La generalización interesada se usa o no según los casos. No se pueden acumular cien bombonas de butano en un chalet a menos que cincuenta familias compren dos cada una y callen. Hay una complicidad de silencios evidente. La simpatía de los Enestepaís con una religión que en los lugares en los que domina mata a los homosexuales, lapida a las mujeres por cualquier cosa, y corta las manos a los ladrones por ley, es perversa, siniestra.

Obvio que hay gente buena en todas partes, pero lo que no hay por igual en todas partes son cobardes, tibios, cómplices y sectarios.

Los imanes que vienen, financiados por países como Qatar, Emiratos Árabes Unidos y otros golfos del Golfo, aleccionan a los jóvenes musulmanes menos listos y los radicalizan en nuestras narices. Pero los que lo ven o lo sospechan no dicen nada, miran a otro lado. Con la mitad de rigor que algunos aplican al machismo o a la homofobia (ambas, virtudes para los islamistas), se controlarían mejor esos centros del odio. Pero es políticamente incorrecto. Pueden denostar a los españoles, a los peperos, a los católicos, a los fachas, a los toreros, a los cazadores, a los que comen carne... pero a los que ellos mismos dicen lo que son, por qué matan, en nombre de quien asesinan y lo que quieren ... a esos no. No digo que esté mal ni bien, digo que se aplique a todos los colectivos o a ninguno, pero no a veces si y a veces no.

Los que pueden acabar con esto de verdad son los musulmanes buenos, la mayoría de ellos. No mirando hacia otro lado cuando observan movimientos, reuniones, cambios de actitud en sus hijos, sobrinos, nietos, primos. Lo ven perfectamente, lo sospechan, pero no dicen nada ¿por qué?.

No es nada nuevo, a lo largo de la historia se ha visto el mismo fenómeno en muchos lugares: en USA con los disturbios raciales, en la Alemania nazi, en Irlanda del Norte, en el País Vasco español... El denominador común se llama SILENCIO CÓMPLICE. Nada de esto ocurre sin un apoyo moral y social de la comunidad que lo genera.

Vecinos musulmanes que vivís en Europa, nos están matando personas que viven entre vosotros. No basta con manifestarse casi insultando a los españoles, tenéis que actuar dentro de vuestras propias comunidades. Ayudadnos de verdad, ayudémonos todos. Si vosotros queréis, esto desparece. Es hora de que actuéis con valentía dentro de vuestras comunidades, demostradnos que es cierto lo que nos decís.

Si seguís como hasta ahora, lo que va a ocurrir será también culpa vuestra por omisión.

Yo si tengo miedo, con la vida de mis hijos no se bromea. O denunciáis a los terroristas vosotros, o sois cómplices.

¡Con nuestros hijos no se juega!


martes, 4 de julio de 2017

ESTUDIO SOBRE EL IMBECIL

Solo para inteligentes

Estudio del imbécil.

El estudio de los individuos imbéciles ha tenido poca discusión en el interior de las organizaciones, a pesar de que este tipo de personas existen a montones. Se las encuentra por todas partes, en las universidades, en las iglesias, en las empresas, en los sindicatos, en los partidos políticos; en fin, en cualquier lugar en que uno se encuentre. Poseen la característica de la ubicuidad. Como estas personas son muy dañinas para el desarrollo de las organizaciones y de la humanidad, es necesario reflexionar sobre ellas, a fin de conocerlas y poder combatirlas. Esto es un deber. Si los imbéciles entendieran lo dañino que son para la sociedad, ellos mismos se autoexiliarían y constituirían un mundo paralelo, el mundo de los imbéciles o, al menos, se pusieran un cartel que dijera: “yo soy imbécil, aléjense de mi”, como los hombres – de El Apocalipsis – que tenían la marca de la bestia. Pero, como esto es imposible, los imbéciles no tienen la capacidad de autoconocerse y percibir el mal enorme que provoca su triste existencia y debido, además, que la naturaleza no es sentimental al crear estos seres, estamos condenados a vivir con ellos y peor aún si la teoría del eterno de retorno, que defiende Nietzsche, es cierta; por lo tanto, debemos conocerlos, identificarlos y hacerles frente. Su perversidad y odio son de tal magnitud que derraman cicuta por todos lados, cuando son ellos los que deberían consumirla. Por eso, lo menos que podemos hacer es alejarnos porque son una ofensa a las mentes íntegras y brillantes; aunque es difícil hacerlo porque siempre andan en la búsqueda de las personas inteligentes, puesto que estos últimos constituyen un peligro para ellos. Son como los dictadores criminales. La historia de éstos, como es el caso de Hitler, plantea que muy pocas veces se detienen ellos solos, es necesario que alguien los detenga. Y para hacerlo, habrá que conocerlos.
Los imbéciles son como un barril repleto de estiércol, con muchos agujeros, que viene rodando en una pendiente y salpicando a los individuos que encuentran a su paso. Se parecen al pantano, que encierra podredumbre; por eso, entre más lejos estén, mejor y, como son muchos, constituyen una enorme masa amorfa; recordemos que entre los cuerpos funciona la ley de la Gravedad.
Debemos estar lejos y muy alto de ellos para no escuchar sus voces maldicientes: “Es preciso estar entrenado en vivir en las montañas, – afirmaba Nietzsche – en ver por debajo de uno mismo la mezquina charlatanería actual de la política y el egoísmo de los pueblos "
Los imbéciles y mediocres odian a las personas brillantes y pasan toda su triste vida buscando la forma de hacerles daño. Por eso, es imprescindible identificar sus características y su forma de actuar porque éstos siempre ven como enemigos a las mentes brillantes, a los honestos a quienes atacan sin piedad con intención de destruirlos, aunque para ello tengan que destruirse ellos mismos. Son unos verdaderos kamicazes. Es verdad que los imbéciles y mediocres son dañinos en todo lugar, hasta en su hogar; sin embargo, son más dañinos en instituciones en las que se dedican a la enseñanza, porque allí se están formando nuestros jóvenes, la generación de relevo. Imagínese usted, un profesor con mente imbécil y mediocre frente a jóvenes con mente brillante.
¡Qué terrible paradoja! La importancia de abordar el tema de la imbecilidad es grande. Estos elevan enormemente los costos en las empresas y más aún los costos sociales en las organizaciones y atentan contra la estabilidad emocional de las personas.
Habrá, entonces, que conocerlos y conocerlos bien. Los imbéciles y mediocres que hay en este país son los peores que existen. Aunque por lo general, el mediocre y el imbécil de nuestro país se identifica fácilmente por su inmensa soberbia y, además, muchos se empecinan en serlo, existen algunos que no es muy fácil su identificación. Estos son los más peligrosos. El conocimiento de ellos hará más fácil la estrategia a emplear y, por lo tanto, los procesos de desarrollo personal y grupal fluirán con mayor dinamismo.
Cuando la mayoría de la población es imbécil, en un sistema democrático las mayorías arremeten contra los no imbéciles y éstos se encuentran desprotegidos. Aristóteles era un fiel defensor de la racionalidad y de la democracia; sin embargo, advertía que cuando la población estaba conformada, en su mayoría, por individuos infames y malvados, la democracia deviene en una forma de gobierno no muy recomendable.
En un sentido más moderno, el imbécil es una desviación seria del comportamiento racional y adaptable. Es decir, el imbécil adopta siempre un comportamiento estúpido. La imbecilidad tiene implicaciones cognitivas y morales. La gente inteligente puede comportarse ocasionalmente como estúpida; es decir, como imbécil; pero, el imbécil está inhabilitado permanentemente para comportarse como una persona inteligente.

viernes, 16 de junio de 2017

LA NEOLENGUA

La “neolengua” izquierdosa como sustitución de la lengua normal y académica. La lengua de madera.

El lingüista soviético Nikolai Iakovlevich Marr preveía el momento en que el proletariado triunfante se liberaría también de la lengua hablada, sujeta a humillantes restricciones naturales, y lo consideraba un «instrumento formal y retrógrado heredado del oscurantismo pasado» del que un día se liberaría la humanidad, porque no se necesitaba para nada, sino que la comunicación sería de inteligencia a inteligencia. Y tales afirmaciones nos parecen una simpleza o un delirio, pero es invento algo políticamente muy rentable, como en general todo lo que hoy se llama lo «políticamente correcto» y va camino de ser una neolengua obligatoria de un muy sutil totalitarismo, un nominalismo según el cual no son otra que lo que se las llama y su nombre de transformar la realidad, a costa de la inteligencia y para preparación de la idiocia mental, pero así es. Y podríamos decir que el constitutivo carácter de esta neolengua es su sustitución del lenguaje normal, como ya fue ensayado por el rey Nimrod, constructor de la torre de Babel del texto bíblico, que quiere alcanzar el sumo poder y para eso necesita que todo el mundo hable lo mismo y del mismo modo, para que piense lo mismo que es lo que, a veces, se llama «pluralismo» entre nosotros.
Desde siempre se ha sabido, efectivamente, que no hay nada que convenza más a las multitudes para que tengan un fervoroso pensamiento único que los discursos vacíos de contenido o las repeticiones de una o dos ideas seductoras y que lleven dos o tres palabras mágicas, pongamos, por ejemplo, «igualdad, modernidad, libertad, cambio y novedad y, desde luego, el pueblo, la gente (que para Podemos eso de decir “pueblo” puede sonar a comunista, y ellos, claro,  quieren quitarse esa etiqueta, para que su “gente” les vote», para que ya se pueda decir cualquier cosa en torno a esas palabras; y en ambientes incluso intelectuales, como decía Leszek Kolakowski, gracias al juego retórico de las figuras de amo y esclavo en lucha puede darse la impresión de que se es un asombroso conocedor de la historia, la geografía, la economía o la numismática (que se lo digan a P. MANUEL). No digamos nada la sociología y la política.
Durante mucho tiempo se ha venido llamando «lengua de madera», por su pesadez y su lisura o vacío de contenido, a la vieja y estereotipada lengua burocrática, pero luego se ha extendido a todos los ámbitos y, tomada a broma, nos recuerda las burlas del actor mejicano Mario Moreno, «Cantinflas», porque es suficiente mirar y leer en nuestro entorno preciosas formulaciones como : «Trastorno del comportamiento perturbador no especificado», «Violencia de género», y cómo se denomina un camión municipal de la basura, para comprobar que se trata de fórmulas difícilmente sostenibles con la mínima racionalidad; es gramática pedante y espantosa, pero, en realidad es un lenguaje que trata de hacernos abrir la boca del mismo modo para que pensemos todos lo mismo, como en Babel.
Tal lengua de madera no quiere decir absolutamente nada, pero hace años ya que el lenguaje político, y hasta el administrativo, lo vienen utilizando y, por contagio o en vista de su eficacia, ha pasado al lenguaje de los medios, la publicidad y hasta la conversación. Y pongamos por caso la pedantísima palabra «evento» (no aguanto esa palabra), que don Antonio Machado ponía en solfa diciendo que no se debe decir «los eventos consuetudinarios que acaecen en la rúa», sino «lo que pasa en la calle» que, además, es lo propiamente literario. Pero sobreabundan otras palabras o modismos de madera que no significan nada, y al señor Marx le molestaba ya la palabra «progresista», que definía como «el tonto del calendario» (jajaja, Sanchez(stein) y P. MANUEL, y el del encefalograma plano, Garzón,  quieren un Gobierno del cambio progresista, es decir, un Gobierno del tonto del calendario) porque sabía muy bien quiénes eran los que podían esperar el progreso en pleno primer industrialismo.
Lo que pasa es que con el correr de los años la lengua de madera lo que ha llegado a constituir finalmente es una serie de encantamientos mágicos  (ya se sabe, el toque de la flauta de Hamelin) convertidos en una cadena de axiomas necesarios, y lo extraño de la lengua de madera viene de que, a diferencia de las otras lenguas, no tiene más que una función: servir de vehículo a la ideología.  A robarnos el propio pensamiento.

miércoles, 7 de junio de 2017

Y SI HUBIESE OCURRIDO EN ESPAÑA ?

Si los atentados de Londres hubieran sucedido en España

Recientemente hemos vivido una seria de atentados en el Reino Unido (Manchester y Londres) al margen de los ocurridos anteriormente en Alemania, Francia, etc...

Pero todos sabemos que "España es diferente" pero, ¿QUÉ HABRÍA OCURRIDO SI LOS ÚLTIMOS ATENTADOS DE LONDRES HUBIERAN OCURRIDO EN ESPAÑA?.



Pues si los atentados de Londres hubieran ocurrido en España y la policía española llega a abatir a los asesinos causantes de semejante barbarie, en España habría ocurrido lo siguiente:

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, tal vez con el apoyo de Albert Rivera, pedirían la comparecencia urgente de Mariano Rajoy en el Congreso para que ofreciera explicaciones sobre las muertes de los terroristas a manos de la policía.

- PSOE, PODEMOS e IU exigirían inmediatamente la destitución del delegado del gobierno de la provincia y la propia del Director General de la Policía y de la Guardia Civil.

- Habría altercados y manifestaciones organizadas por PODEMOS en distintas capitales españolas protestando por la "brutalidad policial".

- Manifestaciones alentadas por ONG's "progresistas" contra el racismo en España bajo el lema "Welcome Refugees".

- Las mismas ONG's con el apoyo de "Podemos" y de Pedro Sánchezpedirían el enjuiciamiento de esos policías que tuvieron la "osadía" de apretar el gatillo.

- La cadena de televisión "La Sexta" y emisoras y medios escritos afines, buscarían imágenes o vídeos que pudieran demostrar la "mala praxis" de los grupos especiales de operaciones de la Policía o de la Guardia Civil.

Colectivos de la izquierda pedirían la inmediata dimisión del Ministro de Interior y de paso la del Ministro de Justicia. Y ya puestos la del Ministro de Economía, que no pinta nada pero eso que llevan por delante...

Pablo Iglesias y Pedro Sánchez se harían fotos a las puertas de alguna mezquita y con colectivos musulmanes para mostrarles "su" cariño y comprensión.

- Se organizarían manifestaciones y concentraciones enfrente de todas las sedes del Partido Popular en España-.

- Y al final como siempre, la izquierda intentando cabrear a todo un país tildando de "represora", "racista", "franquista" y "asesina" a la propia policía, despidiendo en loor de multitudes a los terroristas.

Y no hablamos del hecho de que por ejemplo, el Gobierno en el uso de sus facultades, decidiera desplegar al Ejercito por nuestras calle o instalaciones para garantizar nuestra seguridad. En ese caso, a todo lo anterior habría que añadir las protestas de ERC, la CUP, BILDU, colectivos antimilitaristas y demás mierda, que ante tragedias de semejante calado buscan siempre el beneficio propio aunque sea echando mierda sobre las víctimas y compadeciéndose de los asesinos.

Esto es España. Definitivamente "España es diferente". Tenemos la mierda que nos merecemos, y la que desgraciadamente queda por venir.

lunes, 29 de mayo de 2017

Soy imperfecto

Yo no soy perfecto.

Soy imperfecto en el amor; porque sólo amo a los que me gustan, cuando debería amar a todos.

Soy imperfecto en mis razonamientos, porque sólo entiendo lo que me conviene, y a veces pienso que la razón me pertenece.

Soy imperfecto en la comunicación; porque creo que sólo lo mío es importante, cuando hay tanto que escuchar.

Soy imperfecto en mi manera de ver; porque sólo le presto atención a lo que para mí es bello, aún sabiendo que todo tiene su lado hermoso.

Soy imperfecto en mi manera de creer; porque creo lo que me interesa, y no sé esperar confiadamente.

Soy imperfecto en mi madurez; porque me aferro sólo a lo que tengo y conozco, aún sabiendo que desprendiéndome de esas cosas, será más fácil caminar hacia la grandeza.

Conozco, y asumo mis imperfecciones. Sé que habrá personas a las que no convenza, debido a mis imperfecciones, también sé que no me creo el ombligo del mundo, todo lo contrario, sólo soy una partícula minúscula e intrascendente, que forma parte de él con todas sus imperfecciones y pocas o nulas virtudes

A los que pueda erroneamente parecerles que me las doy de perfecto, y centro del universo, he de decirles que están en un error.Së perfectamente lo que soy y mis defectos importantes.
Si hubiere alguien que tal cosa pensare, he de decirles que los comprendo, mi torpeza no ha hecho posible su comprensión, lo lamento profundamente, y he de decirles
No me catalogues, no soy un objeto.
No me etiquetes, no soy mercadería.
No me juzgues, no soy tu acusado.
No me acuses, no eres mi fiscal.
No me condenes, no eres mi juez.
No me enmarques, no soy un espejo ni un cuadro.
No me definas, soy un misterio.
No me minimices, soy más complejo de lo que crees.
No me divulgues, no soy un producto o una cosa.
No me vulgarices, soy alguien muy especial.
No me apuntes, no soy un blanco de tiro.
No me idolatres, no soy un ídolo.
No me calumnies, tengo el derecho a la verdad.
No me difames, tengo el derecho de ser quien soy.
No me encierres en esquemas, soy más libre de lo que te imaginas.
No creas demasiado en mí, soy falible.
No dudes siempre de mí, soy más verdad que error.

Recuerda siempre que:
Soy una persona como tú.
Soy humano como tú.
Soy limitado como tú.
Soy hijo de Dios como lo eres tú.:

domingo, 21 de mayo de 2017

PIRATAS INGLESES Y DEL CARIBE

RAZONES PARA NO FINANCIAR a PIRATAS DEL CARIBE o Papá: ¿por qué somos hispanos?.


La Venganza de Salazar la podemos hacer realidad. Este viernes se estrena la enésima película de criptoracismo anglosajón contra nosotros.

Cada cual que haga lo que quiera, faltaría más, sin embargo, conviene que sepamos un par de cosas antes de someter a nuestros hijos a una dosis más de propaganda anglosajona y merma de su autoestima como miembros de la mayor cultura del mundo junto a la china: la hispana.

En principio podemos pensar que da igual, que se trata solo de diversión, que no es tan importante. Pero es ahí precisamente donde radica el peligro, los mensajes constantes y las cookies ideológicas a las que exponemos a nuestros hijos penetran profundo porque tenemos la guardia baja y somos vulnerables.

Hace tiempo que los especialistas en comunicación audiovisual sabemos que hay dos maneras de cambiar la historia y la autoestima de los pueblos: la épica y el humor.

Son caballos de Troya peligrosísimos, sobre todo para las mentes infantiles por formar.

Vaya por delante que no he visto la película, pero solo con el trailer ya se comprueba que es lo de siempre: españoles feos vestidos de negro, malencarados con apellidos hispanos frente a tipos maravillosos como Johnny Depp.

Solo en los nombres está el racismo oculto que ha creado a tipos como Trump. Miren, los desagradables se llaman Fernando, Juan o Manuel, mientras los guay y chéveres responden por Jack, John o Christopher.

Pero eso no es nada. Es que los maestros de la propaganda anglosajona han conseguido darle la vuelta a la historia del mundo de tal manera, que ellos siempre son los "cool". Las mayores barbaridades las perpetraron ellos, pero con diez películas limpian diez siglos.

Lo hicieron con el Salvaje Oeste (Far West), convirtiendo a millones de niños en los años 60 en admiradores de exterminadores de indígenas disfrazados del Séptimo de caballería o de ranchero racista. Nadie quería ser indio entonces.

También con los sobrevalorados vikingos, que no les llegan a talón a los Fenicios, que encima eran los que llevaban el casco con cuernos de verdad. Pero los anglos se consideran herederos de los vikingos, y los fenicios son mediterráneos y españoles.

Lo volvieron a hacer con la II Guerra Mundial, con la Guerra Fría, a costa de los alemanes y los rusos, malos malísimos en cientos de producciones que nos marcaron.

Pero el colmo de los colmos es que hayan conseguido que los niños hispanos (no solo españoles, sino de América también), se disfracen de asesinos, delincuentes, violadores y genocidas que asolaron las ciudades de sus tatarabuelos, que admiren a los PIRATAS.

Miren, no hay diferencia alguna entre un niño disfrazado de pirata y el mismo niño ataviado de la SS. Si me apuran, es peor lo primero. En cifras, crueldad y ámbito geográfico, los piratas británicos, holandeses y franceses asesinaron y torturaron a mucha más gente inocente, mujeres, niños, ancianos y en muchas más ciudades que los nazis. ¿Se imaginan a la comunidad judía de Nueva York, por ejemplo, acudiendo al cine a ver una película en la que los nazis fueran los buenos?, ¡jamás!, ellos se defienden; hagamos lo mismo en tres continentes, somos millones.

No dan puntada sin hilo. Para robarnos nuestra autoestima histórica y nuestra identidad, eligen, además, a un actor español.

Cuando vea la película, por supuesto sin dejar un euro en ello, les comentaré con detalle.

Somos guionistas, no se nos escapan los guiños y los giros, las frases y los chascarrillos anti hispanos, anti católicos y de burla constante a nuestra cultura.

¡Qué gracioso Jack Sparrow!. Jaime Gorrión, que sería su traducción,  no molaría tanto.

Son muchas ya las generaciones de hispanos que nos hemos criado intoxicados por Hollywood y BBC. Algunos nos hemos curado gracias a la lectura de historia de verdad, pero la gran mayoría no se recuperan nunca.

Por eso, nuestros jóvenes crean empresas con nombres en inglés, por eso todo son "fashion, festivals, beaches" y "wildl wolves"... ¡lo nuestro no les suena bien, nos han vencido amigos!.

¿Recuerdan el famoso anuncio en el que un niño le preguntaba a su padre: "Papá, ¿por qué somos del Atlético de Madrid?", pues bien, prepárense para que sus hijos le digan:

¿"Daddy, por qué somos españoles?".


domingo, 14 de mayo de 2017

ODIO AL GUAPO

ODIO AL GUAPO.


A menudo nuestro juicio hacia artistas y famosos en general, se ve determinado por condicionamientos subconscientes que conviene desenmascarar.

Uno de los más frecuentes es el prejuicio contra los guapos.

 Nuestros propios complejos salen a relucir cuando ponderamos con mayor generosidad a todos aquellos que son del montón físico en el que nos consideramos inmersos, o de él para abajo.

Es una actitud de criptoenvidia que, al ser compartida por tanta gente, queda impune.

En realidad muchas personas tienen unos celos descomunales hacia los semejantes enormemente bellos, y trata como de compensar la suerte que estos tuvieron en la lotería de la simetría física, penalizando a los guapos en otros aspectos de la vida.

El extra perfecto es juzgado severamente durante toda su existencia por celos, y es obligado a demostrar permanentemente que no es tonto, que es culto, que tiene metas...

Ejemplos tenemos muchos; con los actores, por ejemplo, se ve nítidamente. Los Al Pacino, Dustin Hoffman o Robert De Niro, fueron sobrevalorados siempre precisamente por tener rostros normalitos tirando a poco agraciados. Por contra, un Brad Pit, a menudo sublime, o un Michael Fassbender, o hacen un papel de enfermo o deformado, o no se comen un colín con los críticos.

Nos cuesta aplaudir a Apolos y Afroditas, es como si merecieran un castigo por su suerte.

Lo mismo pasa con los deportistas, la gente tiende a pensar que Messi es mejor persona que Cristiano Ronaldo, porque a este último no se le perdona ser guapo. Hay un profundo desprecio en esta forma de pensar, algo oscuro que el propio Messi detecta. En el fondo lo daría todo por ser como Cristiano físicamente.

Lionel sale de un juzgado acusado de fraude fiscal, y es aplaudido. Mientras, al apolíneo Cristiano no se le perdona el mínimo gesto. Es como si la gente pensara: "Encima de lo guapo que eres, no se te ocurra cometer ningún error". ¿Y el otro?, ¡Qué mas da, mira su carita!. Somos malos, muy malos.

En mujeres el asunto incluso se acentúa. La amiga megaguapa es un enemigo a batir desde el colegio. Genera a su alrededor, sin quererlo, unas dinámicas que incomodan a todo el mundo. No hablo de gente guapetona, que somos todos, hablo de esas personas realmente espectaculares.

Verse rodeadas de tal revuelo las marca; gestionar emocionalmente las sinergia que provocan es lo peor de su propia maldición.

He conocido casos increíbles que sufrían mucho. Chicas que, deliberadamente, trataban de afearse, de vestir gris, para que las dejen en paz, para que alguien vea más allá de su hermosa faz; ansiando gustar por su persona, su alma, su carácter.

Hartas de que todo el mundo se enamore perdidamente de ellas, sus amigos, sus compañeros, los padres de sus amigos, todos... no consiguen encontrar amistad sincera. Siempre, detrás, está lo mismo. Una pesadilla.

Por eso los feítos simpáticos caen bien a todo el mundo, y por eso también pueden ser peligrosísimos cuando se dan cuenta de ello. Las peores personas que conozco son así.

El odio al guapo es como todas las fobias, se ampara en el número. Son menos, igual que los genios. La masa humana social aborrece y penaliza a los privilegiados por la naturaleza, por eso, consciente o inconscientemente, les desea el mal.

Es el motivo del éxito de las revistas y los programas de TV del llamado Corazón. Ver las desgracias de los guapos nos produce un gozo profundo, nos consuela, nos colma de un sentimiento de venganza y justicia poética perverso.

Por eso la gente se extraña cuando les digo que no quiero que mis hijos sean mega guapos, me basta con guapetones, su vida será mejor.

A


lunes, 8 de mayo de 2017

AY MI ESPAÑA

AY; MI ESPAÑA

Siempre he considerado fundamental entender cuál es el objetivo de nacionalistas vascos y catalanes, porque su ilegitimidad no solo viene de las herramientas que han empleado tradicionalmente, la mentira y el terrorismo (normalización lingüística, ETA, Terra Lliure, etc.), sino que éstas son el fruto de unos objetivos irracionales e ilegítimos, y por falta de razón han tenido que emplear el miedo para su imposición.

No hay que perder de vista los objetivos, ya que cuando estos son ilegítimos y nocivos la sociedad tiene toda la legitimidad para defenderse del mal que le acecha. La ausencia de terrorismo no legitima objetivo alguno, es más, me atrevo a decir que hay determinados objetivos que de por sí generan violencia, mentira e injusticia.

El objetivo que persigue el nacionalismo en sus diferentes manifestaciones (PNV, CiU, PSC, PSE, ETA-Sortu-Amaiur, etc.) es la ruptura de España, la secesión de Cataluña y de la Comunidad Autónoma Vasca. Intenta justificar esa ruptura con una historia que nunca sucedió, y con unos supuestos beneficios económicos que no resisten el más mínimo análisis. Es cierto que cada uno ha empleado herramientas diferentes, pero hoy estamos al borde de la secesión por la acción de todos ellos: cada uno ha desempeñado y desempeña su papel.

Ni Vascongadas ni Cataluña han sido jamás naciones, sus pueblos estuvieron integrados plenamente en los reinos de Castilla y Aragón, respectivamente, reinos que se formaron para reconquistar la España perdida, empresa en la que tanto vascos como catalanes destacaron por su ímpetu y empeño. No hay hechos históricos que avalen las pretensiones nacionalistas, salvo su voluntad de ser nación, que comenzó tímidamente a manifestarse a finales del siglo XIX.

Pero tampoco tienen argumentos de carácter material. Animo a que se lean los excepcionales trabajos de Convivencia Cívica Catalana (CCC) "Las trampas de la balanza fiscal de Cataluña" y "Las cuentas claras de Cataluña". La última balanza analizada (a 2009) fue positiva para Cataluña en 4.015 millones de euros; es decir, que había recibido más de lo que había pagado. Sin embargo, se ha impuesto la mentira, mil veces repetida por el nacionalismo catalán, y parece que efectivamente Cataluña es víctima, cuando se beneficia enormemente de ser España.

Pero es que, además, Cataluña disfruta de un superávit comercial con el resto de España de cerca de 22.000 millones de euros anuales, por lo que, en el caso de independencia, como se señala en "Las cuentas claras (...)", el PIB catalán podría caer, siendo conservadores, un 20% debido al efecto frontera –que en otros casos ha supuesto una disminución del 66% del comercio interior–. No se ha podido cuantificar el efecto que tendrían la salida de Cataluña de la UE y la salida de multinacionales de Cataluña.

Todo esto nos lleva a comprobar que no hay justificación histórica ni económica para las pretensiones nacionalistas; sólo hay un acto de voluntad mesiánica que, al carecer de razones, necesita del miedo para imponer el mito nacionalista.

Pero más sorprende descubrir que, incompresiblemente, los dif diferentes Gobiernos españoles no han hecho el más mínimo esfuerzo por aportar los datos reales y desenmascarar la mentira nacionalista.

No deja de sorprenderme que, mientras asociaciones civiles realizan estudios con gran esfuerzo, como CCC, el Gobierno español no ha hecho ni hace el más mínimo esfuerzo por desentrañar la mentira y denunciar con números que la secesión traería un empobrecimiento enorme a la población vasca, a la catalana y al resto de la sociedad española. Por el contrario, hemos ido financiando a aquellos que buscan nuestra ruina. Incomprensible.

sábado, 29 de abril de 2017

El pufo vasco y el derecho de pernada


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Usted, respetado lector, se estará preguntando: --qué tiene que ver el pufo vasco con el anacrónico derecho “Ius primae noctis” en pleno siglo XXI--; por tanto le tengo que aclarar que: --ambos anacronismos están recogidos en  los absurdos medievales, que se han venido manteniendo en el tiempo, y que hoy es denominado como “el cupo”  (o pufo vasco) que, teóricamente, es lo que tienen que pagar Las Vascongadas, al Estado por los servicios públicos no transferidos;  Se trata de un privilegio económico gigantesco, originado en las guerras civiles del S.XIX,   —
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En las negociaciones entre elGobierno del Estado y el PNV, para que los nacional separatistas, apoyen los presupuestos generales delEstado, para 2017, han propuesto a Rajoy que “la cantidad que Las Vascongadas tengan que aportar al Estado, por los servicios prestados por el propio Estado, en aquel territorio, sea (solo) de 850 millones”. Procede indicar que: --Las Vascongadas yNavarra, tienen delegadas la recaudación de los impuestos (elEstado no cobra impuestos en estos territorios) y cada año, previo acuerdo, le ingresan alEstado una cantidad pactada políticamente. El trágala del PNVal PP, para 2017,  es inferior a los 1.200 millones que, con la boca pequeña, solicitó el Gobierno central.
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Procede indicar que: --si se admite la propuesta del PNV, como aportación de Las Vascongadas, (territorio con 2.193.205 habitantes) a la caja común, lo que se aportará por ciudadano es 388 euros por habitante--; cuando la propuesta de proyecto de presupuestos presentado por el Gobierno, para 2017, es de 443.133.329.500 euros; es decir, considerando que la población total en España, es de 46.539.026 habitantes, la propuesta es de 9.522 euros por habitante, se aprecia una insultante diferencia, de 9.134 euros,  entre lo que aporta el gobierno nacional separatista, deLas Vascongadas, por los servicios prestados a los vascos por el Estado y lo que realmente cuestan los servicios de cada ciudadano.
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Dentro del sistema territorial español coexisten dos modelos regionales claramente diferenciados: por un lado, el sistema de régimen común, en el que se engloban la mayoría de las comunidades autónomas, y, por otro, el sistema foral, al que pertenecen Las Vascongadas y Navarra. La financiación de estas dos últimas regiones no tiene nada que ver con la del resto. Las Vascongadas y Navarradisfrutan de un sistema especial de financiación, bajo el paraguas de los "conciertos económicos", por el cual sus respectivas haciendas (cuatro, una por provincia) recaudan todos los impuestos y, posteriormente, pagan al Estado una determinada cuantía anual por los servicios públicos que presta en dichos territorios. En el caso de Las Vascongadas ese pago a la Hacienda común se llama "cupo", en el caso deNavarra "aportación",  yCanarias se rige por un Régimen Económico y Fiscal (REF) diferente al común.
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Llegados a este punto, procede preguntarse: --Si por cada ciudadano vasco, el Estadorecauda 9.134 euros menos de lo que cuesta ¿Quiénes pagan la diferencia de ese coste?—La respuesta es, el resto de ciudadanos españoles, que tendremos que soportar un lastre indirecto de 20 mil millones de euros--. Surgiendo otra pregunta: --¿Esta realidad es admisible?—Coincido con usted, --¡En ningún caso!
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Aunque las grandes cifras, nos lleven a alejarnos de esa realidad, procede tener claro que: --Si elGobierno del Estado, utilizase como parámetro lo propuesto por el PNV por ciudadano, lo que habría que recaudar, vía impuestos en 2017,  sería (solo) 18 mil millones, frente a los 443 mil millones propuestos. Y, como esto no será así, usted, respetado lector, tendrá que tener claro que: --cada español residente fuera de Las Vascongadas yNavarra, tendremos que pagar 458 euros adicionales, en pro de los, costosísimos (y malditos) cinco votos del PNV a los presupuestos generales de 2017, además de privilegios adicionales por los dos votos de los regionalistas canarios.
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Tal absurda realidad, a un servidor le hace retrotraerse al medieval “derecho de la primera noche” (derecho de pernada) que va, históricamente, unido al derecho antiguo a pagar una cantidad a tanto alzado, “cupo (pufo) vasco” y, que claramente supone que –todos los españoles no seamos iguales ante la Ley, ni ante Hacienda--. Los antiguos privilegios feudales, eran tan inaceptables, como argüir hoy prerrogativas medievales, para pagar menos impuestos que el resto de los españoles.
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Si el PP admitiese la, insultante, propuesta del PNV, el acuerdo tendría una duración de cinco años, hasta el año 2.022, el resto de españoles tendremos que aportar una cantidad adicional, claramente injusta. Y, llegará un tiempo que, se materialice lo que dijo, Eisenhower: --El pueblo que valora sus privilegios por encima de sus principios, perderá ambos—
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Mientras tanto, ya que los dos partidos del régimen, están dispuestos a seguir tragando con unos inaceptables privilegios, nos corresponde a la ciudadanía civil, hacer notar, como dijo, Primo Levi: -- Es el deber de los hombres justos hacer la guerra a todos los privilegios inmerecidos, pero no hay que olvidar que esto es una guerra sin fin— ¿Merece la pena, aprobar unos presupuestos, con los mencionados privilegios, para unos, a costa de un sobre-pago para el resto? Un, servidor, tiene grandes dudas.

miércoles, 15 de febrero de 2017

EL DERECHO A DECIDIR

Sobre el derecho a decidir

Este eufemismo ha sido repetido tantas veces en Cataluña que parece haberse convertido en verdad. Pero el llamado derecho a decidir no existe ni en la práctica internacional, ni en derecho constitucional, ni en el lenguaje político comparado, que encontraría ese término demasiado impreciso: ¿quién decide, qué se decide?
Los inventores de la expresión se refieren a dos ideas de manera implícita: Cataluña es una nación y, en consecuencia, tiene derecho a la autodeterminación. Es una maniobra retórica inteligente que pretende trasladar el debate desde el concepto resbaladizo de nación hacia el terreno más seguro de la democracia. El derecho a decidir no se debe negar, argumentan, porque ¿quién puede atreverse a impedir que la gente elija su destino?
La dificultad estriba en que los parámetros de la decisión son establecidos unilateralmente por el que ha diseñado ese derecho. Y entonces la democracia se convierte en autocracia. Qué se decide y quién lo decide lo decido yo, que también fijo el modo y los tiempos sin discusión. En cuanto al qué, surgen muchas preguntas que deberían responder los que apoyan esa idea: por qué votar la posible independencia en una parte de España en lugar de otra, por qué limitarse a algunas provincias (según se definieron en 1833), o por qué no se vota antes sobre nuestro régimen político como monarquía parlamentaria. En cuanto al quién, la definición del censo que hizo la convocatoria del plebiscito es caprichosa, porque niega la participación de los demás españoles después de una larga convivencia en un mismo Estado, porque acepta el voto desde los 16 años cuando salvo raras excepciones la inmensa mayoría de los países del mundo conceden esa capacidad a los 18 años, y porque impide votar a los catalanes que nacieron en Cataluña y hoy viven en el resto de España.
Por lo que se refiere al modo de la consulta, sorprende que quiera hacerse unilateralmente. Este es un punto de contraste llamativo con el caso escocés. Para que se den garantías democráticas en un plebiscito es preciso que las diversas opciones y consecuencias sean claramente debatidas, y esto no oocurre en Cataluña, donde se ha favorecido una especie de pensamiento único.
El reparto de poderes en España es mayor que el de algunos Estados federales
Los defensores del supuesto derecho a decidir renuncian a cualquier marco legal a la hora de reclamarlo. Aunque la Constitución española no lo reconozca, aunque la Unión Europea tampoco lo ampare, y a pesar de que el derecho internacional no se refiera a esa idea porque solo contempla la libre determinación de los pueblos coloniales, tal derecho existe. Parece que dicha capacidad tuviera un origen divino, como una revelación descendida sobre sus proponentes, que no admiten ningún tipo de debate al respecto. Tanta seguridad recuerda al personaje de Humpty Dumpty en Alicia a través del espejo, cuando decía que las palabras significan justo lo que él quiere que signifiquen.
Al negar un marco político y legal donde fundamentar ese derecho, y al delimitar de manera unilateral su forma de ejecución, los impulsores de la consulta en realidad motivan su causa en los sentimientos. Los catalanes, afirman, tienen derecho a la independencia porque se sienten una nación. A través del sistema educativo y del discurso oficial se ha alimentado un proceso de formación nacional que rechaza la idea de España como Estado plural en el contexto europeo. La única salida válida, se afirma, es la independencia. El problema de este enfoque es que contiene una enorme carga divisoria dentro de la Unión Europea, diseñada precisamente para superar esos instintos de enfrentamiento. El nacionalismo es un viejo concepto del siglo XIX que la integración europea ha ayudado a transformar, y que debemos reinterpretar en el siglo XXI de manera positiva y no excluyente.
La Constitución de 1978 se redactó con la vista puesta en Europa y con la clara intención de solventar problemas históricos que eran un lastre para todos. Hoy sigue teniendo un profundo sentido pacificador y conciliador. Los catalanes la votaron mayoritariamente sabiendo que era un acto constituyente, es decir, el cimiento de una nueva etapa política. La Constitución llegó a una solución transaccional al definir a España como nación, cuya soberanía reside en el pueblo, y al articular al Estado sobre la solidaridad y el reconocimiento de la pluralidad. Sobre ese fundamento, en las últimas tres décadas se ha desarrollado un notable sistema de reparto de poderes, más avanzado que el de algunos Estados federales.
La Constitución puede revisarse, obviamente, pero esto debe hacerse con el consenso de todos teniendo en cuenta el marco de la Unión Europea. Esa reforma debe ser negociada y pactada porque cualquier solución unilateral basada en sentimientos corre el riesgo de romper el orden jurídico y político que ha sido una garantía de paz, convivencia y estabilidad tras un doloroso siglo XX, cargado de odio y fanatismo.
Artur Mas, Puigdemon y sus adláteres azuzan y engrandecen demandas basadas en meros sentimientos
Un último aspecto de la reclamación de soberanía en Cataluña a través de un supuesto derecho a decidir es preocupante. La ruptura unilateral solo podría hacerse a un coste muy alto, esto es, la desmembración de España. A veces se presenta la corriente soberanista como un activismo pacífico y festivo, cuando en realidad muchos otros lo perciben como un separatismo que les produce pena y rechazo. Desde el punto de vista del Estado, Cataluña es un órgano vital para el conjunto de España, y las interacciones con otros órganos vitales han sido muy intensas, lo que hace la separación un asunto existencial. Los catalanes que persiguen ciegamente ese sueño no han comprendido que su hipotética independencia, quizás seguida por la de otras partes de España, supondría una verdadera conmoción tras una etapa reciente llena de intercambios profundos y de convivencia fructífera en un proyecto común.
La historia demuestra que, desgraciadamente, esas conmociones han sido acompañadas muchas veces de guerra y violencia.

martes, 7 de febrero de 2017

Actitud ante el cáncer

Cada vez que se diagnóstica un cáncer en nuestro país. “Tienes que ser fuerte” .”Tienes que luchar”. “Sé valiente”. “No te rindas”.
Pues no señores, no estamos de acuerdo. El cáncer no se trata de luchar, el cáncer se trata de entender qué es lo que no funciona en tu vida.
El cáncer es una enfermedad que en mayor o menor medida, pone el freno de mano a tu vida. Si estás trabajando necesitas cogerte una baja laboral. Te obliga a dejar de hacer las cosas que hacías a diario y pasar a hacer cosas nuevas: hacer ejercicio, cuidar más tu alimentación, dedicarte tiempo a ti mismo, hacer ejercicio, mimarte, organizar tu vida para tener distintas parcelas cubiertas y contar con la ayuda de los seres queridos que te rodean y que pueden echarte una mano, etc.
El cáncer te da tiempo para revisar tu vida y entender qué es lo que no funciona. Para separar el grano de la paja: lo que te hace feliz de lo que no te hace feliz. De ver si estás viviendo en coherencia con tu auténtica forma de ser.
Todos, y cuando digo todos me refiero a todos (no sólo a los pacientes oncológicos si no también el resto de ciudadanos), deberíamos hacer revisión de nuestras vidas al menos una vez al año.
Reflexionar en qué punto estamos, si realmente la vida que llevamos y como la estamos viviendo nos hace feliz. Y si la respuesta es no, plantearnos qué pequeños cambios podemos hacer en nuestro día a día para vivir la vida con mayor plenitud, para acostarnos sintiendo que hemos aprovechado el día, que hemos vivido el día, que hemos sentido a la vida. Que, como dice un amigo mío, hemos vivido cada día a lo ancho.
El cáncer no se trata de ser valientes, ni de luchar, ni de vencer. Porque donde hay valientes hay cobardes, donde hay vencedores hay vencidos, y donde alguien lucha alguien pierde.
El cáncer se trata de amar y permitirse ser amado. De escuchar a nuestro corazón. De recuperar viejas aficiones que nos hacían sentir vivos. De retomar el contacto con personas que aportaban valor a nuestra vida. De volver a sentir, de volver a vivir, de volver a vibrar, de volver a ser felices.          .. 
Así pues, intentemos ser felices incluso con cáncer

domingo, 29 de enero de 2017

SOLEDAD Y DESOLACIÓN

SOLEDAD Y DESOLACION

Usualmente, confundimos la condición temporal o permanente de soledad con la sensación  emocional de desolación. La soledad, desde un punto de vista terapéutico, es la decisión de estar solos para vivir, procesar, digerir e integrar un proceso que estamos viviendo. Incluso, puede ser una decisión permanente de vida, es decir, una forma de estar en el mundo, en compañía propia, más bien que en compañía de otros. Sin embargo, la presión social o conserva cultural, regularmente critica esta decisión de vida por no comprenderla apropiadamente.

Por otro lado, la desolación tiene que ver con una sensación interna de estar desvalidos, sin el amor de otros, con la impresión (usualmente imaginaria) de no ser querido por los demás. Tiene que ver con la sensación de sentirnos secos, incompletos, con una gran falta de cariño; y con la idea de que los seres que están conmigo no me aman, o no lo hacen como deseo que lo hagan. Planteado desde otro punto de vista, tenemos la sensación de que no logramos entrar en comunión con los seres que me acompañan, con aquellos que están conmigo.

Sin embargo, esa sensación de desolación, más que un indicativo de que los demás no me aman, o no lo hacen apropiadamente, de acuerdo a mis expectativas; más bien tiene que ver con un indicativo de que la relación que tengo conmigo está deteriorada, bien sea porque no me respeto mis tiempos, mis necesidades, no me escucho apropiadamente, no me quiero, no me pongo límites apropiados, y termino abusando de mi como ser humano. También puede ser un indicativo que muestra que mi amor propio está menoscabado, pues cuando mi relación con los demás está deteriorada, esto termina hablando de mi relación conmigo mismo.

No estar en comunión con los demás, termina siendo un indicador de que no estoy en comunión conmigo; y lo que reclamo o espero de los demás termina siendo aquello que en primera persona no estoy haciendo en mi vida para sentirme bien. Incluso, si las relaciones que tengo con otros son ciertamente relaciones tóxicas e inapropiadas en mi vida, fui yo quien en algún momento las escogió por alguna necesidad inconsciente.

Muchas veces, este estado de falta de comunión con los demás, y en última instancia, con nosotros mismos, tiene que ver con esa necesidad de mantenernos en un permanente estado de insatisfacción, de ausencia de felicidad, que está sobre todo fundamentado en la cultura del éxito, del tener, del poseer, del lograr; y de la falta de aceptación de nuestra vida tal como está, de lo que estamos transitando. Esto trae como consecuencia una sucesión de aparentes alegrías, cuando las cosas se aproximan a lo que deseo; y de profunda tristeza y desolación, cuando las cosas se alejan de aquello que continuo esperando, en desconexión de lo que realmente está ocurriendo en el mundo exterior.

La propuesta es, entonces, revisar esa sensación de desolación, en primera persona, en mi intimidad, para ver cómo esa soledad existencial que siento en relación con el mundo exterior, está hablando de mi propia soledad interior, de mi propio vacío, de mis propios descuidos conmigo mismo.

jueves, 26 de enero de 2017

LO EVIDENTE

A veces hay que recordar lo EVIDENTE. ¿Porqué unos pocos consiguen tal impacto en la PERCEPCIÓN de todos?.
Es sencillo. Han averiguado que la gente no analiza los datos reales, sino que solo lee los titulares de los blogs afines y se los cree si concuerdan con sus ideas previas.
Ello lleva a una espiral de convencimiento no cuestionado que los enroca ideológicamente.
Esta esclerosis en el juicio objetivo conlleva una superioridad moral basada en la emotividad y en el sentimiento ficticio de que "todo el mundo lo sabe".
Conformar un micro universo de adeptos que sistemáticamente rechazan a todo su entorno disidente y al discurso que adoptan, se retro alimenta en una endogamia intelectual.
Es un fenómeno bien conocido y estudiado en antropología social y psicobiología.
Llegado un punto, los partidarios se cierran visceralmente a toda información contraria, por veraz y nueva que sea, y la perciben como un ataque personal a ellos. Actúan como una prolongación de su líder, identificándose con él más allá de sus propios intereses como votante y ciudadano.
Estos fenómenos florecen siempre en un clima de crisis, como toda creencia mesiánica. El impulso social de los primates nos aboca a la pertenencia a grupos, máxime en gente joven que ha abandonado muchos vínculos tradicionales como la religión, la autoridad, la política y la ética social heredada.
Por eso estos movimientos se esfuerzan en conceptos fáciles de vender, como que lo "nuevo" es mejor que lo "viejo", que todo "cambio" no puede ser a peor, o que los mayores de 40 años son personas obsoletas.
De este modo, el voto de un chaval de 18 años desmotivado, anula el de un experimentado adulto al que ya han engañado muchas veces y que es más difícil de convencer.
Toda virtud es convertida en privilegio. Si estudiaste es porque tus padres eran ricos, si trabajaste es porque tu entorno te promocionó de forma corrupta. Los méritos son losas, las carencias significan que eres un desheredado y mereces una compensación. Ellos te la van a regalar... ¡Porque lo mereces!, ¿a quién no le gusta oír esto?
Leyendo historia, estos movimientos de masas enfadadas se encuentran una y otra vez, siempre justo antes de un desastre económico que marca decenios de atraso en esas sociedades.
La idea falsa de que todos los "ricos" son malvados, y por tanto, si uno es "pobre" es porque es buena persona, lleva de inmediato al deseo subconsciente de que van a "repartir" y que algo nos tocará. Es tan infantil y medieval como todo pensamiento prefabricado.
No importa la verdad, sino la apariencia.
El biólogo Frans de Waal lo explica perfectamente en su magnífico libro La Política de los Chimpancés, que os recomiendo.
Ninguna sociedad primate avanza despreciando y relegando a sus individuos experimentados. Somos primates.
Por eso me esfuerzo en explicar y en poner un CON delante del VENCER.
Contemplar el bien común en clave de confrontación es la peor de las estrategias sociales, porque a la postre, ganamos o perdemos todos.
Una sociedad no puede presumir de igualitaria mientras apoya una lucha de machos alfa de libro. Ninguna mujer debería sustentar esta pelea. La que estaba, ha sido expulsada injustamente.
No van a repartir nada, porque los que puedan invertir, simplemente se irán a hacerlo a otro país donde la experiencia y las instituciones sean respetadas.

lunes, 2 de enero de 2017

ASÍ DEBERÍA SER

Luchamos o nos rendim
Luchamos o nos rendimos
El tiempo lo podemos clasificar en dos sentidos, en las horas del reloj, que siempre serán las mismas, las doce de hoy serán las mismas que las doce de mañana, pero las circunstancias del tiempo no serán las mismas por cuanto el tiempo sí que transcurre. Actualmente, la sociedad, no ya la española, sino podemos decir la mundial, está en un estado de nerviosismo generalizado, pero como los problemas cuando se notan es cuando se sienten sobre uno mismo los que a nosotros nos preocupa son los que nos atañen directamente.

Que se han vivido situaciones más extremas que las actuales no es punto de discusión, que estas circunstancias actuales se superarán y quedarán en el olvido, seguramente, pero ello lo comparo con una operación quirúrgica, posiblemente la dificultad no estribe en la cirugía realizada, sino en las secuelas de la rehabilitación. No obstante debemos comenzar a ser conscientes de nuestra realidad actual y de la futura, de nuestra propia responsabilidad, y que el futuro lo tenemos que comenzar a plasmar desde nuestro propio esfuerzo.

Enjuiciemos, analicemos y calibremos lo positivo y lo negativo de las actuaciones de nuestros representantes políticos, indaguemos en la conducta y profesionalidad de los mismos, seamos críticos con las actuaciones de nuestros partidos políticos y en las próximas elecciones nuestra decisión tiene ser realizadora de un cambio que posibilite el ascenso a los puestos dirigentes de verdaderos gestores de nuestro futuro político, económico y social. Se ha pasado el tiempo en que los españoles éramos bisoños en la práctica democrática, no podemos escudarnos en ello, la responsabilidad del futuro de nuestra nación también recae en nosotros, el camino nos lo pueden mostrar, pero somos nosotros los que tenemos que erradicar del camino aquellas piedras que lo entorpecen. No podemos darnos por vencidos, debemos comenzar una verdadera lucha para que la estabilidad económica, social y política vuelva a nuestra querida España, desde la cooperación, la sensatez, el esfuerzo del trabajo, y la conciencia del bien de todas nuestras regiones sin exclusiones ni agravios.

Pero para ello, como generalmente es preciso, se necesitan líderes que sean poseedores de la confianza del pueblo, líderes que actúen con claridad, honestidad y entrega, líderes que antepongan a intereses ocultos el verdadero interés por el cual han ascendido al mando, el interés por el pueblo, y con el verdadero valor de realizar las decisiones sin temor, siempre que de ellas se proyecte el beneficio general.

La problemática más generalizada es la falta de empleo. El trabajo es la fuente de la riqueza y de la estabilidad del individuo, cualquier ciudadano entre los valores que le son característicos, incluiría primero la salud y luego el trabajo. Como ciudadano ilicitano, soy conocedor de una de las grandes virtudes que siempre hemos alardeado, el espíritu emprendedor del ilicitano, y de los que no siendo de raiz ilicitana están impregnados de la misma ilusión de emprendedor y empresario. No comparto declaraciones políticas que basan la creación de empleo en la administración, volveríamos a lo que en ningún momento actual apoyamos, a un incremento del empleo público, es la empresa privada la que tiene que fomentar la creación de nueva industria.

Estamos atravesando una peculiar situación política en nuestro país, y duele observar que nuestros futuros representantes políticos, a pesar de sus incesantes declaraciones en cuanto al beneficio del pueblo español, éstas se traslucen más en declaraciones demagógicas que en un verdadero deseo.

 Precisamos de nuevas directrices y de direcciones objetivas, de verdaderos trabajadores políticos y no de figuras de exposición mediática, confiemos pues que aquellos que nos representen están obligados a actuar con lealtad y dedicación al ciudadano que cedió su voto, y que al mismo tiempo sean conscientes de que a pesar de las diferentes ideas políticas de cada uno de los ciudadanos hay un deseo generalizado, la paz, el trabajo y el bienestar social.